Seminario del Mieloma en Barcelona,
· Estas pasadas navidades una amiga de aquí la Comunidad del Mieloma
Múltiple me regaló estos vivos deseos de que suceda algo de esto. Me pidió que lo leyera y escogiese alguna de
ellas. La verdad es que después de hacerlo los elegiría todos, però de momento
me quedo con uno de ellos, es difícil, ¿verdad?, pues elijo este: “Ojalá siempre puedas decir lo que
sientes”
Y lo que siento es esto que dejo aquí:
· Tengo la sensación (a fuerza de verlo,
leerlo y escucharlo),y no hablo de aquí, de verdad, porque esta Comunidad me ha dado mucho y
entiendo que me sigue dando y apoyando, (aun el lunes pasado, el
25/1/2021, pregunté cuándo habrá un nuevo
Seminario del Mieloma en Barcelona, y me
han contestado que ya se hubiera hecho si no hubiese sido por el Coronavirus),
pero en otras partes sí que lo veo!, y que conste que no me mueve nada que no sea un deseo puramente social, si digo
todo esto. Solo el deseo de que nadie se quede sin tratamiento y hasta sin
médicos, por culpa de otros. Creedme que me duele el alma.
Que últimamente se ha puesto de moda convertir a los enfermos en los más
aguerridos guerreros habidos y por haber. Parece que tengamos que ser una especie de atletas olímpicos de la Grecia
antigua, a los cuales se les exige (se nos exige) que luchemos
para curarnos.
Esta moda, que es de ideología neoliberal pura y dura llevada al mundo de
la salud, traslada la filosofía de lo más leído de Paulo Coelho a la
enfermedad. Y mira que este escritor brasileño
me gusta muchísimo, tanto, que me gusta repetir con gusto que es el autor más ha vendido y traducido en
lengua portuguesa de todos los tempos.
Se ve que el mundo emprendedor ya no da para más con esta filosofía, que se
pasa la vida dividiendo a la sociedad entre ganadores y perdedores.
Convirtiéndonos en luchadores se está
depositando en ti y en mi toda la
responsabilidad para curarnos, pero pocos o nadie dicen que para curarnos de una enfermedad nada es mejor que la
inversión pública, que se haga en investigación médica y en la calidad del
sistema público de salud. Si no fuera suficiente la mala fe, cuando la persona
fallece porque no se ha curado, que en el lenguaje neoliberal es que no ha
luchado lo suficiente, el responsable de perder la batalla es del propio
enfermo. Francamente yo lo encuentro de
una perversidad monstruosa.
Una
enfermedad como el Mieloma Múltiple es arbitraria, nadie la ha elegido, es
desgraciadamente esto: desgraciada, (y ahora viene muy bien decir aquello que
le dije un día a una amiga de México, Lucero De Anda,
-afortunadamente curada desde hace años-
”Nadie elige tener una Leucemia, un
Linfoma o Mieloma, pero sabemos cómo luchar contra esto”. Los enfermos somos pacientes, víctimas que
sufrimos junto a nuestras familias y amigos, y el éxito de nuestra curación
depende de un diagnóstico a tiempo, de un buen tratamiento, de que se gaste
dinero público en investigación y de que sean atendidos por un buen equipo
médico. Y por supuesto de nosotros mismos.
Igual que el Sistema actual,
obsesionado con convertirlo todo en éxitos o fracasos de cada uno, ha convertido a los
emprendedores en una especie de héroes que luchan por salir del paro en soledad
sin decir que lo más importante para que un emprendedor tenga éxito es el
dinero de partida que le preste su familia para empezar, se lanza ahora a
aislar también la enfermedad y a convencernos de que luchar es suficiente para
curarse. Da igual que vivas en Senegal que en Suecia, que lo hagas en una
chabola o en un palacio en la isla más
bonita del mundo, que tengas acceso a un sistema de salud público y de calidad
o que te pidan la tarjeta de crédito al entrar en el hospital, o sino a la
calle.
Nadie sale a flote de ninguna cuestión importante de la vida luchando en
soledad ni aplicando un libro de citas célebres de Paulo Coelho, por más que me
guste. Nadie sale airoso de un cáncer luchando como si fuera un atleta
olímpico. Nadie se convierte en un empresario de éxito sólo teniendo una buena
idea de negocio. Nadie consigue sus objetivos sólo soñándolos. Nadie abandona
dormir en la calle sólo riéndole a la vida. Nada, absolutamente nada, se
soluciona con una frase fácil y bonita.
Encuentro fatal que conviertan cualquier faceta de nuestra vida en un hecho
individual del que sólo dependemos de nosotros mismos. Nadie se hace a sí
mismo, que es la frase preferida de la insolidaridad, el individualismo y la
falta de empatía. Nos hacemos unos a otros, en la salud y en la enfermedad.
En lugar de exigirnos a las personas enfermas que luchemos solos, sería más
útil que lucháramos juntos todos por un mejor sistema de investigación científica y en el sistema público
de salud.
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