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los "trasgos"

  OBJETOS PERDIDOS Este pasado viernes, después de la analítica, fui a saludar a Natalia, la secretaria. Está embarazada.  Observo que han cambiado de lugar la caja grande de plástico trasparente que dice: "Objetos Perdidos". Está colocada arriba de un armario, y dentro hay un paraguas y una bufanda.  Me hizo gracia y no le di más importancia, pero mientras bajaba con el ascensor, recordé un caso que me pasó hace muchos años.   El último día de agosto, estaba con mi hijo en una pequeña plazoleta, esperando que abrieran la comisaría de la calle Santaló  ​​para renovar mi DNI, y observo que el niño está jugando con el sobre de una carta, en el suelo. Lo iba chutando de un lugar a otro, hasta que lo dejó tirado justo donde estaba yo. Voy a recoger el sobre para tirarlo a la papelera y enseñarle que no había de ensuciar la calle y que él tenía que hacer lo mismo que yo, poner los papeles en una papelera. Cuál sería mi sorpresa cuando veo que dentro ...

l'Hospital Vall d'Hebron

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     Mentre entraven a l'Hospital Vall d'Hebron la vesprada del 9 de febrer del 1975, el cor d'uns pares amb un fillet de 18 mesos, mai els haguera pogut passar per la imaginació com seria de dolorosa la sortida aquella mateixa nit.  Al cap d'unes hores el nostre fill va rebre el diagnòstic de leucèmia limfoide aguda, el món se’ns va ensorrar. La por, la incertesa i el dolor van envair casa nostra. Així i tot, a Vall d’Hebron vam trobar molt més que un hospital: vam trobar un refugi, una família i una llum enmig de la foscor. Des del primer dia, els metges i infermeres ens van envoltar amb professionalitat i tendresa. Cada prova, cada tractament i cada nit sense dormir estaven acompanyats de paraules d’ànim i d’un somriure sincer per part dels doctors Dr. Javier Manchón i Dr. Ortega i tot el seu gran equip. Ens van donar força quan nosaltres ja no en teníem, i van cuidar el nostre fill amb una dedicació que anava molt més enllà de la medicina. Recordo moments...

Su apellido es Mengibar,

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  Me encontré con él después de varios años. Yo la verdad es que no tenía demasiadas ganas de ir hasta aquel pueblo para ver una exposición de fotografías de los años 50 y 60. Al fin me vinieron a buscar para llevarme hasta allí. Por otra parte no podía dejar de ver a un viejo amigo. "Buffalo Bill”. No se llama de esta forma, nunca se ha llamado así. Su apellido es Mengibar, este si que es su apellido. Era un militante de base del PSUC. (Partido Socialista Unificado de Catalunya), y que solo dejaba de llevar la perilla, y el pelo largo, después de una detención. Podría escribir de él muchísimas cosas, pero solo comentaré algo que si nos fijamos bien no hace nadie. Por los años setenta me decía que no sabía que diablos tendría el poder, su erótica o lo que sea que aquí nadie deja un cargo de forma voluntaria. Estas palabras estaban dichas en tiempos donde teníamos que hablar en voz baja, o a veces no hablar. Y además tiene el mérito de que los que mandaban o eran militares, falangi...

Cosas que se pierden sin dejar rastro

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  Hay cosas que se pierden sin dejar rastro, invisibles en su huida, pero profundas en su ausencia. Como la confianza, que se desvanece en silencio, con un suspiro de desilusión. O la inocencia, que se pierde entre las arrugas del tiempo, en los recuerdos que ya no arden con la misma luz. La paciencia, aquella que alguna vez sostenía las horas con calma, se disuelve en la ansiedad de un mundo acelerado. También se pierde el amor, no como un objeto, sino como una sensación etérea que se desvanece cuando ya no es alimentada. Y la esperanza, esa llama que alguna vez iluminó el camino, se apaga lentamente en la sombra de la desesperanza. Son todas estas pequeñas cosas invisibles las que realmente nos definen, pero que, cuando se pierden, dejan un vacío que nunca se llena por completo.

un trèvol de quatre  fulles

  Hola, bonica. És veritat que hi ha coses que són autèntics "pongos", aquests no hi compten, però n’hi ha que són "pongos" fets de molts records de molts i molts anys: nostres, dels fills i dels nets. Una fulla de paper pintada pel qui sigui ja és un record, un tros de  llibre, una foto, una nina que ja no volen, un camió que li falta un tros, un CD, un, un, un....I clar, tot plegat són anys de "pongos" i ara ja no en tenim tants i hi ha moments que estic trist. Llavors he fet aquesta cosa escrita que no sé si és igual o el revés de què ens passa, Tu llegeix i ja m'ho diràs. Fa uns anys, per casualitat, passant els dits per la rugositat d’un arbre del parc em vaig trobar un trèvol de quatre  fulles. El vaig guardar a l’armari dels desitjos per demanar. No tenia temps de desitjar res. És clar, tan centrat com estava en el meu treball em vaig oblidar dels meus desitjos, dels meus amics, dels meus coneguts i del món que m’envoltava en general. Total, els...